jueves, 20 de agosto de 2009

La acertada peatonalización del Casco en Toledo


Hace muchos años que en la ciudad de Toledo ningún alcalde había cogido el toro de la peatonalización por los cuernos. Hoy, sin embargo, ya conocemos la decisión firme de Emiliano García-Page y su equipo de tomar una iniciativa a través de un proceso pausado pero eficiento de liberar el casco de vehículos.


Atrás quedaron aquellos pivotes retráctiles que se instalaban y se ponían en funcionamiento citando a los medios de comunicación para hacerse la foto de rigor con José Manuel Molina, que se averiaban a las dos semanas de su puesta en marcha y que jamás eran reparados.


No todo el mundo tenía claro en esta ciudad que el caso habría de ser peatonalizado. Es más, hay muchos sectores y colectivos de la ciudad que se han opuesto ferreamente a cualquier iniciativa (busca las declaraciones del PP en la prensa con motivo de las sucesivas celebraciones de "Toledo sin mi coche") pero si que existía un registro constante de quejas de turistas que no concebían como tenían que pegarse cual lapa a la pared en Alfileritos cada vez que pasaba un coche o que la instantánea a cualquiera de nuestros cientos de edificios históricos apareciese embadurnada de coches. Todo ello sin obviar el constante deterioro de nuestro patrimonio con motivo de la polución.


Pero hoy nos hemos encontrado en los medios la agradable imagen de un entorno del Alcázar y la Biblioteca Regional, limpio de coches gracias a la decisión política de este nuevo equipo para Toledo y la indispensable colaboración de la financiación del Plan-E.


No me neguéis que no queda mucho mejor así:

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre he pensado que las cosas hermosas, hay que conservarlas y no sólo éso, sino observarlas en todo su esplendor y sin estar pendiente de nada más. Conozco la ciudad de Toledo. Me fascina, la primera vez que estuve allí quedé impresionada. Antes era otra ciudad histórica la que encabezaba mi lista, pero la desbancó. Es una ciudad para pasear por su casco histórico sin coches, detenidamente y observar a uno y otro lado. La vista no para y si sabes apreciar la historia, te cautiva.
Habrá detractores y gente que siempre pondrá pegas porque algo hay que decir. Yo particularmente pienso que es una decisión arriesgada, pero acertada a la vez. Los problemas de abastecimiento a locales comerciales y de ocio, no es problema cuando todos pongan de su parte y se haga organizadamente.
Ganará la ciudad, los vecinos en su totalidad y el turismo. La magia emergente que esas piedras rezuman de historia y emociones, se verá enriquecida. Merecerá la pena volver a visitarla para comprobarlo.

musa de los vientos dijo...

Cuánto frescor y sensual motivo de seducción para andar por esas calles irreverentes y llenas de gozo para cual caminante las recorra. Guauuuuu, que sugerente